Impulsar la sostenibilidad: cómo Ana Olivares garantiza la calidad en la planta de biomasa de La Loma

En la localidad de Villanueva del Arzobispo, Jaén, la planta de biomasa de La Loma desempeña un papel crucial en los esfuerzos de España en materia de energías renovables. Detrás de sus operaciones eficientes y sostenibles hay un equipo dedicado, entre ellos Ana Olivares, que supervisa la gestión química, de calidad y medioambiental. Para Ana, este trabajo es más que una responsabilidad: es un compromiso para mantener un alto nivel de calidad y contribuir a un futuro más limpio.

Desde que se incorporó a RES hace ocho años, Ana ha trabajado para garantizar que la planta funcione al más alto nivel. Todos los días analiza meticulosamente muestras de agua y combustible, gestiona los residuos y controla las emisiones para garantizar que La Loma funcione de forma eficiente y con el mínimo impacto ambiental.

“Para que la planta funcione correctamente, es muy importante que el agua de proceso y el combustible cumplan parámetros muy estrictos para mantener la eficiencia de los equipos y reducir el impacto ambiental”, explica. Su atención al detalle y su dedicación contribuyen a que el funcionamiento de la planta esté en consonancia con nuestros objetivos de sostenibilidad”.

Recuerda cómo, en una ocasión, las condiciones meteorológicas fueron especialmente adversas, pero tuvo que afrontar la situación con determinación. Algunos equipos de medición continua de la chimenea, esenciales para controlar las emisiones de la planta, estaban fallando y había que repararlos. A pesar de las dificultades, Ana no dudó en subir a la chimenea, reparar el equipo y ponerlo de nuevo en funcionamiento de forma segura, permitiendo que la planta volviera a la normalidad. Fue una tarea ardua, pero Ana se sintió satisfecha de haber logrado su objetivo a pesar de los desafíos.

Más allá de las exigencias técnicas de su función, Ana prospera en la cultura de trabajo colaborativo, donde el apoyo mutuo y el trabajo en equipo son fundamentales. Los retos de su trabajo los afronta con el aliento de compañeros que comparten su compromiso con la sostenibilidad y la excelencia operativa. Este sentimiento de pertenencia ha sido clave para su crecimiento profesional y personal.

Para Ana, trabajar en RES significa algo más que formar parte de una empresa: se trata de marcar la diferencia. “Formar parte de una empresa que apuesta al 100% por las renovables y las energías limpias, que ya son el presente de la generación energética, es lo que significa para mí ser ‘Power for Good’. Se trata de contribuir a algo más grande, a un futuro más limpio y sostenible.”

Pero la historia de Ana va más allá de la planta. En casa, encuentra energía y motivación en su marido y su hijo, que son su mayor apoyo. Amante de los libros, se relaja leyendo, siempre deseosa de aprender algo nuevo. Para mantener el equilibrio en su ajetreada vida, se mantiene activa con el zumba y juega al voleibol con su equipo local, actividades que la mantienen con los pies en la tierra y conectada con su comunidad.

La trayectoria de Ana en RES es un testimonio del fomento del talento en el sector energético. Su trabajo garantiza que La Loma siga siendo un punto de referencia, demostrando que la sostenibilidad no es sólo cuestión de tecnología, sino de las personas que la hacen posible. Con cada muestra que analiza, cada medida que aplica y cada reto que supera, Ana contribuye positivamente a nuestra visión y misión.